Cuando decide calentar su hogar con un producto de pellets, está haciendo una elección respetuosa con el medio ambiente que contribuye a mejorar la calidad del aire que respiramos y proporciona a su familia un calor natural y eficiente.
Sin embargo, elegir siempre pellets de calidad es esencial para una combustión óptima que minimice las emisiones y garantice el correcto funcionamiento de su generador.
En este artículo descubrirá cuáles son los criterios para hacerlo y en qué debe fijarse a la hora de comprar
QUÉ SON LOS PELLETS
Procedamos por orden. El pellet es un combustible fabricado a partir de madera, secada y compactada, con un alto poder calorífico, lo que lo convierte en un recurso regenerable, limpio y eficaz.
Cuando decimos que los pellets están hechos de madera, nos referimos a que están hechos de residuos de madera, como astillas y serrín. Estos restos, antes de ser procesados, se someten a un proceso de secado que reduce su contenido interno de humedad. De hecho, para obtener el máximo rendimiento térmico, el contenido de humedad no debe superar un determinado umbral, por lo que los pellets deben almacenarse en un lugar seco y con poca humedad. Una vez secos, estos restos de madera se comprimen mecánicamente, por lo que los pellets suelen tener forma de pequeños cilindros u óvalos. La compresión mecánica evita el uso de colas o adhesivos químicos. Cuanto mejor prensado esté un granulado, mayor será su calidad.
Ahora que sabemos de qué estamos hablando, analicémoslo con más detalle.
SABER ELEGIR
Ya hemos mencionado algo, pero ahora vayamos a lo concreto: ¿en qué debemos fijarnos a la hora de elegir qué pellets comprar? ¿Cuáles son los criterios que hay que tener en cuenta antes de hacer una compra que, en cualquier caso, es una inversión para nuestra casa y nuestro invierno?
La etiqueta de calidad ENplus
En primer lugar, compruebe siempre que los pellets que compra son de calidad certificada. En efecto, comprar pellets de calidad garantiza el buen funcionamiento de su aparato y una combustión limpia. La marca que certifica internacionalmente la calidad de los pellets es ENPlus®, la única que se controla a lo largo de toda la cadena de suministro.
Por lo tanto, asegúrese de que el saco de pellets que compra lleva la marca ENPlus® y el código de identificación de la empresa certificada, que consiste en la abreviatura del país y un número de certificación progresivo. También encontrará indicada la clase de calidad A1 y la norma ISO 17225-2, la referencia para las clases de calidad ENPlus.
Otra cosa que hay que saber, y que caracteriza a los pellets de calidad, es el diámetro de los pellets, que debe ser de 6 u 8 milímetros.
Preste atención a estos aspectos para asegurarse de adquirir un combustible de calidad certificada y un generador que funcione sin problemas para su producto.
Cenizas y poder calorífico
Al quemarse, los pellets dejan un residuo o ceniza. La cantidad de ceniza en el pellet es otro criterio clave para elegir pellets, ya que afecta a las emisiones y a la corrosión y durabilidad de la estufa de pellets, que queremos que dure lo máximo posible y en las mejores condiciones. Busque un nivel de cenizas inferior al 0,7% en base seca, que suele encontrarse en los pellets A1. Esto le garantizará menores costes en el mantenimiento ordinario y extraordinario de la estufa.
El valor del nivel de cenizas va de la mano de otro criterio fundamental: el poder calorífico, es decir, la energía que se puede obtener convirtiendo una unidad de biomasa en condiciones estándar. Estamos hablando de un rendimiento de entre 4,7 y 4,8 kWh/kg. ¡Cuidado con los números!
La esencia correcta
El último paso que hay que dar, después de ver todos estos aspectos "técnicos", es la esencia. O, dicho de forma muy sencilla, el tipo de madera con el que se fabrica el pellet.
Entre las esencias que ya se utilizan están el haya (que tiene un rendimiento muy alto y mejor que la media, pero consume más y tiende a producir residuos más altos) y el abeto, que tiene un rendimiento ligeramente inferior pero unas cenizas y un consumo algo menores. El abeto y el haya no son los únicos tipos de madera disponibles para la fabricación de pellets. Hablamos aquí de especies de coníferas (picea, alerce, abeto, aliso, álamo, pino marítimo) y de frondosas (haya, fresno, roble, abedul, arce, algarrobo, castaño). Los denominados materiales blandos se queman con más facilidad, se desgastan rápidamente, tienen un residuo fijo de alrededor del 12% y, por lo tanto, su potencia calorífica es baja. Los llamados materiales duros, en cambio, desarrollan un calor térmico constante pero menos intenso, suelen durar más pero son algo más difíciles de inflamar.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que hay otras variables que también afectan al rendimiento, como el tipo de sistema y la calidad de los pellets, de las que ya hemos hablado. Hay que buscar un buen compromiso entre todos estos elementos. Para conseguirlo, puede ser aconsejable optar por pellets mixtos, creados a partir de una selección tanto de haya como de abeto, o haciendo pruebas con su propia estufa de pellets.
CONCLUSIONES
Como habrá comprendido si ha llegado hasta aquí, la elección de los pellets que va a comprar es un aspecto importante. Elija siempre pellets de calidad certificados ENPlus® clase A1, para tener la certeza de que el producto que compra procede de una cadena de suministro controlada, desde la materia prima hasta la entrega al consumidor final. Además, como hemos subrayado, los pellets de calidad almacenados de forma correcta en un lugar cerrado y seco permiten una combustión óptima y un funcionamiento correcto del generador de su aparato.
