¿Qué es la biomasa?

Empecemos desde lo básico. Por biomasa se entiende un conjunto de organismos animales o vegetales presentes en un entorno determinado, ya sea acuático o terrestre. ¿Un poco genérico? La Directiva Europea, usada como base para toda la legislación al respecto, define la biomasa como "la fracción biodegradable de los productos, residuos y desechos de origen biológico procedentes de la agricultura (incluyendo sustancias vegetales y animales), de la silvicultura y de las industrias conexas, incluyendo la pesca y la acuicultura, así como la parte biodegradable de los residuos industriales y urbanos". ¿Algunos ejemplos de biomasa? Residuos de industrias alimentarias, líquidos derivados de la cría de animales, algas marinas, pellets. En otras palabras, son subproductos de otras industrias que pueden encontrar una nueva vida al convertirse en combustible y producir calor directamente o energía indirectamente. Es fácil comprender cómo estas biomasas podrían convertirse, si se difunden adecuadamente y están al alcance de todos, en una alternativa válida a los combustibles fósiles.

Las biomasas leñosas

Entre todas las biomasas, las más utilizadas (porque son fáciles de encontrar y almacenar y porque tienen características que las hacen especialmente aptas para la combustión) son las biomasas leñosas, es decir, las procedentes del sector agroforestal y de las industrias madereras. Son residuos de producciones a gran escala que pueden encontrar una nueva vida, por ejemplo, al mantener nuestros hogares cálidos y acogedores durante los meses más fríos.

Entre las biomasas leñosas se incluyen los pellets y la leña para quemar. Estos representan la solución ideal en términos de ahorro energético y rendimiento térmico, ya que no contaminan, son subproductos reciclados y son económicos. De hecho, su precio es competitivo en comparación con los combustibles tradicionales y menos propenso a fluctuaciones.

¡Sin embargo, hay que tener cuidado! Los consumidores también tienen parte de responsabilidad. Tomemos el ejemplo de los pellets, los residuos de madera prensados en prácticos cilindros. Si compras pellets de baja calidad, es posible que a la materia prima se le hayan agregado solventes, pegamentos, aditivos químicos para facilitar la prensión y prolongar su durabilidad. Esto es un problema, tanto para el rendimiento térmico (que disminuye) como para el medio ambiente. Los aditivos químicos, pegamentos, etc., cuando se queman, contaminan y liberan humos tóxicos.

Es fundamental comprar siempre combustibles de calidad certificada que garanticen una combustión limpia, así como el correcto funcionamiento de tu aparato.

Por ejemplo, la marca que certifica la calidad de los pellets a nivel internacional es ENPlus®, la única controlada a lo largo de toda la cadena de suministro. Asegúrate, por lo tanto, de que el saco de pellets que estás comprando lleve el logotipo ENPlus® y el código de identificación de la empresa certificada, que está compuesto por las siglas del país y un número de certificación progresivo. También deberías encontrar indicada la clase de calidad A1 y la norma ISO 17225-2, que es la referencia para las clases de calidad ENPlus.

¿Por qué ayudan al medio ambiente?

Ahora que sabes qué es la biomasa, ¿puedes intuir por qué podría ayudar al medio ambiente? Es fácil de decir: la madera y los pellets son fuentes de energía renovable y limpia, por lo tanto, con bajo impacto ambiental. Una alternativa sostenible a los combustibles fósiles.

Profundicemos un poco más.

El uso de estos dos tipos de combustibles contribuye a reducir el impacto del CO₂ en el medio ambiente, ya que el dióxido de carbono emitido por su uso en la producción de energía es el mismo que las plantas absorbieron primero para crecer y que volvería a la atmósfera tras su muerte a través de los procesos normales de degradación de la sustancia orgánica, en un ciclo natural con un impacto nulo.

Además, gracias a la introducción de nuevas soluciones altamente tecnológicas, la combustión de madera y pellets en los productos La Nordica-Extraflame se vuelve cada vez más eficiente, con una reducción sustancial de las emisiones garantizada y certificada por las marcas europeas de calidad más prestigiosas y los estándares más estrictos de eco-compatibilidad.

Una última ventaja

Hasta ahora, hemos hablado de las ventajas para el medio ambiente. En conclusión, unas palabras sobre la otra gran ventaja de los sistemas de calefacción de biomasa: la ventaja económica. Calentarse con madera o pellets garantiza un considerable ahorro en las facturas y en tu presupuesto. Además, en muchos países europeos, incluyendo Italia, optar por instalaciones de biomasa de última generación también otorga incentivos y deducciones fiscales ventajosas para la instalación de dichas instalaciones y la renovación energética de los edificios. Ayudas al medio ambiente, te ayudas a ti mismo: ¿qué más se puede pedir?

Para obtener más información, consulta a los distribuidores autorizados en tu zona.